lunes, mayo 24, 2010

Presentación


-Hola...
-Hola, ¿quién es?
-Yo
-¿Yo?
-No, Yo!
-Bueno...¿Que se le ofrece?
-Le digo, pero...¿puedo verle la cara? me incomoda solamente escucharle la voz.
-No abriré, vamos! Diga que quiere, tengo el té en la mesa enfriándose.
-Pues, quiero hablar con usted acerca de México. Es usted el presidente ¿cierto?
-¡Suelten a los perros!...

Zurdo.

jueves, mayo 20, 2010

Odio Llorar...


Odio llorar y lloro por ello. Odio que mi ojo derecho retenga las lágrimas con tanta desesperación como quien retiene la respiración bajo el agua. Odio llorar y no tener motivos para hacerlo. Y odio más tenerlos. Odio la melancolía y su fastidioso disfraz de "recuerdo". Odio la demagogía y la hipocrecía. Odio a los individuos que pretenden ser sin saber por qué. Odio las tardes en las que el agridulce color del sol, evoca pensamientos sin "ton ni son". Pensamientos brillantes. Anomalias constantes. Brújulas de remembranzas que insitan a intenciones mal habidas, mal sabidas y mal vividas y aun asi, tan excitantes para la memoria colectiva de mi ser en general. Embriagante sabor el de las lágrimas. Lágrimas. Cabellos lunares clavados en la inconsistencia de lo que "no fue". Sabor a viento nocturno, taciturno, vagabundo. Palabras que quieren ser expuladas y no las dejo. Memorias que quiero sean olvidadas y no se dejan. Odio caminar sobre los pasos ya caminados. Y lloro por eso. Odio encontrar indiferencia con olor a venganza. Odio plagiar añoranzas con sed de esperanza. Odio encontrar el zumbido lento pero constante de la vida detrás de mis lentes oscuros. Odio saber que existe, que ahi está. Odio ignorarlo pero odio más no escucharlo. Y lloro. Irremediablemente, así como la noche viene después del día, las lágrimas llegan. Después de mucho intento por consumirlas, por evadirlas, mi ojo izquierdo les da la salida. Odio que me vean llorar, pero odio más hacerlo.... Odio llorar.... y lloro por ello...

Coneja Empapada***

miércoles, mayo 19, 2010

Pensamientos de una Coneja...



Dice Woody Allen en sus "Cuentos sin plumas" que el escritor Metterling, en estado de agotamiento, debido a una decepción amorosa, escribió una obra llamada Pensamientos de un Pollo, dedicándolo a cierta familia Wagner, quien utilizó el escrito original para calzar una pata de su mesa que hacía que se tambaleara.



Bueno, con el mismo fin irreal e inentendible y evadiendo el tema de las decepciones, damos inicio a este blog lleno de ideas, dudas, palabras y muderías, siendo solo el gusto de escribir y "desescribir", la razón para hacerlo.



Metterling escribió los pensamientos de un pollo. Yo creo que los pollos están demasiado globalizados y perdieron credibilidad al formar parte de la lista de nómina de KFC, así que haciendo tributo al nombre del blog, titulo a la primer entrada "Pensamientos de una Coneja".



Y para inagurar mis pensamientos, vagos, irrepetibles y la mayor parte del tiempo completamente indomables, comenzaré por relatar un bonito recibimiento al Estado de Querétaro que tuve el fin de semana.



Viajábamos sobre la carretera México - Querétaro, por ahí de las 9 de la mañana. Desayunábamos solo el aire que se colaba por la ventana trasera del auto y amenizabamos el ya de por si teidoso y largo viaje, con el Abbey Road de The Beatles, cuando, en un segundo y antes de que Ringo pudiera terminar su magnánimo solo de batería en The End, fuimos interceptados por unos "amables e inteligentes" caballeros vestidos de negro, con capuchas y boinas del mismo color (los improvisados, solo traían una bufanda, pero acomodada de manera muy creativa para cubrir la carencia de ambos accesorios) quienes nos hacían señas de que nos orilláramos lentamente mientras que las armas largas que traían con el dedo en el gatillo, nos hacían señas de que incluido a la maniobra automovilística, pensáramos en nuestros bienes atestados. Nos pidieron bajar del auto para revisarlo (todo esto con su encantadora y teatral actitud de "teman que hemos llegado"), levantaron los tapetes, abrieron la cajuela, manosearon el clásico "Rosario" colgado del espejo e incluso apoyaron en el rescate de mi arete, el cual, horas antes había salido volando en una curva. Cabe mencionar que todo esto ocurrió sin que se explicara el motivo de la revisión y sin que pudiéramos evitarla. Al terminar los "oficiales" su minuciosa inspección, nos aplicaron el ya famoso "avance, avance" y nosotros, sin mas que disimular nuestra cara de incredulidad, avanzamos, viendo por la ventana que fuimos de los afortunados, ya que los que no pasaban "Papeles en orden I" y "Yo no tengo mi licencia vencida, módulo 4", pasaban al siguiente retén, con los amigos de tránsito, quienes listos y dispuestos a combatir el hambre mañanera, se empalagaban ya, desde las nueve de la mañana con tanta "mordida" que les llovía del cielo, o para ser más exacta, de menos de 100 metros atrás.



No obstante, esta misma escena se repitió DOS VECES durante el trayecto. Incluso pedimos hologramas como en los verificentros o ya de perdida, estampítas de la Cruz Roja que hicieran notar que nosotros ya no traíamos ni una envoltura de papas Sabritas, a lo cual, la negativa vino acompañada de un "Lo hacemos por su seguridad señor, por favor coopere".



El final de esta odisea dominguera fue un retraso de una hora y media a nuestro destino, un hambre brutal, pues no había ni un vendedor de tamales cerca y una frase ahogada en lo mas profundo de nuestro ser que quemaba nuestro esófago como los mismos jugos gástricos de ese día a las 11 30 de la mañana... NOSOTROS NO SABEMOS DONDE ESTÁ EL JEFE DIEGO!!SOLO QUEREMOS IR A DESAYUNAR....



Moraleja: Lapiz y papel para cualquier ocasión...Uno no sabe cuando se va a requerir la comunicación escrita... "Yo ya fuí mordido en el KM anterior..No retrase mi desayuno porque sufro de gastritis"



Coneja***